Vacaciones Roma – Itinerarios y Recorridos en la Ciudad Eterna. Los Museos Capitolinos son los más antiguos del mundo, ya que fueron creados en el año 1471 cuando el Papa Sixto IV hizo donación de unas estatuas de bronce a la ciudadanía romana.
Las colecciones de los Museos Capitolinos están expuestas en dos edificios que, junto al Palacio Senatorio, delimitan la plaza del Capitolio, se trata del Palacio de los Conservadores y del Palacio Nuevo. Ambos están conectados entre sí por una galería subterránea que alberga la Galería Lapidaria y que conduce al “Tabularium” cuyos arcos monumentales se asoman al Foro Romano.
Los Museos también albergan el original de la estatua equestre de bronce de Marco Aurelio. Vale la pena hacer una pausa para tomarse un bocadillo, el bruch, tomar un café, un té, un cocktail o un licor en la cafetería de los Museos Capitolinos, situada en la maravillosa terraza del Palacio Caffarelli, ya que desde aquí se puede admirar un panorama realmente espectacular.
Los magníficos y enormes Museos Vaticanos representan uno de los conjuntos museales más grandes e interesantes de todo el mundo. Por ese mismo motivo, a menudo se tiene que hacer cola durante un buen rato para poder acceder a los mismos, sobre todo durante los períodos de temporada alta como Navidad, Semana Santa y durante la primavera. La visita a los Museos os compensará, sin lugar a dudas, de toda la espera.
Como alternativa, os aconsejamos que reservéis la entrada o la visita con guía directamente por internet, con lo que os ahorraréis la cola a la entrada. El conjunto de los Museos Vaticanos alberga en su interior diferentes museos: el Museo Pío Clementino, el Museo Chiaramonti, el Museo Gregoriano Etrusco, el Museo Misionario Etnológico, la Colección de Arte Sacra Moderna, las Galerías Superiores, el Museo de la Biblioteca Vaticana, la Pinacoteca y, naturalmente, la inigualable Capilla Sixtina.
Vacaciones Roma – Itinerarios en la Ciudad Eterna
La sede principal del MACRO – Museo de Arte Contemporáneo de Roma ha abierto definitivamente una nueva ala del edificio, confirmando así su vocación en la promoción del arte contemporáneo y la difusión de las imágenes.
El MACRO presenta al público una visión múltiple, curiosa y actual de la vitalidad del arte contemporáneo nacional e internacional, con la que construye un mosaico expresivo con lenguajes diferentes. El nuevo acceso al Museo, situado en la esquina entre Via Nizza y Via Cagliari es, de por sí, un nuevo ejemplo de arquitectura para el arte.
El proyecto creado por Odile Decq está formado por una superficie expositiva de aproximadamente 4.350 m2, a la que hay que añadirle las áreas dedicadas a los servicios y al público, su gran terraza (de 2.500 m2 ), la sala para conferencias, la tienda, el restaurante, el bar, el aparcamiento y el área didáctica.
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El Museo en su totalidad ocupa un área de 19.500 m2. Las formas dinámicas y sinuosas de esta nueva estructura, integradas a la perfección en el edificio preexistente, crean un paisaje sensual y luminoso en los que encajan perfectamente las obras contemporáneas.
La Galería Borghese está situada en el corazón del parque público preferido por los romanos. Se trata de una verdadera joya que custodia numerosos tesoros artísticos y es fruto de la tendencia al coleccionismo del Cardenal Scipione Borghese, quien en el año 1.600 hizo construir esta Villa precisamente para albergar su colección de obras de arte.
Hay que tener presente que la Galería Borghese nace como un espacio para custodiar una colección privada y que las obras expuestas y su colocación no siguen criterios didácticos (período, temática, etc.), sino que reflejan el gusto y las intenciones de sus propietarios.
Es imprescindible admirar la serie de esculturas que Gian Lorenzo Bernini esculpió en su juventud para el Cardenal (Enea, el Rapto de Prosperina, Apolo y Dafne, el David) que parece que nos inviten a participar de sus vicisitudes, el maravilloso óleo “Amor Sacro Amor Profano” de Tiziano, las obras maestras de Caravaggio, o la encantadora “Princesa Paolina Borghese”, la hermana preferida de Napoleón, esculpida por Canova como una Venus Vencedora.
